domingo, 1 de abril de 2012

Turdus merula (Mirlo Común)

En los bosques y los sotos, su medio natural, los mirlos son aves ariscas que permanecen ocultas. Pero los que viven en contacto con el hombre se han hecho mucho más intrépidos y, desde hace un siglo, experimentan una considerable expansión. Si un gran número de especies ha sufrido graves perjuicios a causa de las actividades humanas, el Mirlo Común ha sabido, por su parte, sacar partido de las mismas sin, por otro lado, caer en un estado de estricta dependencia, como el Gorrión Común. Se encuentra en todas partes a nuestro alrededor, e incluso los más pequeños jardines pueden albergar su nido.

Es un pájaro vivo y agitado. Si se asusta, huye volando raso, lanzando un irritado crescendo. Moderadamente inquieto, se contenta con algunos «tchar-tchar» interrogadores, mientras que al acercarse la noche emite con insistencia unas series de «tic-tic-tic-tic», oculto al abrigo de la maleza. En contraste con este repertorio de gritos discordantes, el canto es de una pureza extraordinaria.

De entre los zorzales que crían en España el Mirlo Común es el único en el que el plumaje del macho es diferente al de la hembra; el macho es negro, con el pico amarillo, mientras que la hembra es más parda y apagada, más parecida a otros zorzales.



Identificación: Macho, negro azabache con pico amarillo; la hembra pardo oscura, más clara por las partes inferiores, ligeramente moteada y con pico pardo.

Nidificación: La hembra construye un limpio nido en forma de copa con hierbas, hojas secas y barro en arbusto, arbolillo o alero de un edificio; pone, de marzo a julio, de 3 a 5 huevos verdes azulados claro con puntos pardos; la incubación dura unos 13 días sólo por la hembra; las crías, cebadas por los padres, vuelan al cabo de 13 ó 14 días; generalmente dos o tres crías.

Alimentación: Insectos y sus larvas, lombrices; frutos y semillas.

Hábitat: Parques y jardines.

Dendrocopos major

Dendrocopos major

Dendrocopos major

Dendrocopos major

Dendrocopos major

En el invierno, el Pico Picapinos escoge una rama seca o un tronco hueco sin corteza y, bien apoyado en sus tarsos, lo martillea vigorosamente con golpes rápidos y rítmicos, en series de doce, que hacen resonar la madera de una forma extraña. Otros prefieren objetos metálicos para esta manifestación sonora.

Este pico excava él mismo su nido, pero utiliza a veces una cavidad ya existente, el agujero viejo de otro pico o caja anidera. Tras la época de la cría los Picos Picapinos se dispersan.

El Pico Picapinos habita zonas arboladas de muy diversos tipos, tanto de frondosas como de coníferas, incluso en la alta montaña. Come en los árboles con más frecuencia que el Pito Real, que prefiere hacerlo en tierra. Debido a esta alimentación, y aunque en España es ave principalmente sedentaria, en el norte de su área de cría se comporta como típica ave irruptora, y así, en los inviernos crudos, en los que falta totalmente el alimento en esas zonas, se producen desplazamientos masivos, que pueden afectar a miles de aves que invaden regiones más meridionales.



Identificación: Negro con parches y manchas blancas; el macho tiene carmesí en la cabeza; los jóvenes, píleo [Parte superior de la cabeza (Capirote).] rojo; ambos sexos y en todas las edades tienen rojo debajo de la cola; fácilmente diferenciable del Pico Menor por su tamaño más grande.

Nidificación: Ambos sexos excavan agujero en árbol, generalmente a 3 ó 4 metros de altura; nido sin material, excepto pocas virutas; a veces usan cajas anideras; pone, de mayo a junio, de 4 a 7 huevos blanco lustroso; la incubación, que dura unos 16 días, la realiza principalmente la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, abandonan el nido sobre los 20 días.

Alimentación: Larvas de escarabajos, avispas y polillas; algunas arañas; ocasionalmente pollos de aves robados de los nidos; pequeña dieta vegetal.

Hábitat: Bosques.